El diagnóstico de la diabetes representa cambios significativos en diversos aspectos de nuestras vidas; sobre todo en el caso de la diabetes tipo 2, ya que, a diferencia de la diabetes tipo 1, la tipo 2 puede aparecer cuando todo parecía estar en orden.
Es de esperarse que al momento de enterarse que padecen diabetes, tanto niños como adultos reaccionen ante la noticia. Lo anterior, ya que se trata de un padecimiento que será permanente, que influirá en su estilo y calidad de vida, y que tendrá un impacto en las personas allegadas.
Los síntomas de la diabetes tipo 1 pueden aparecer rápidamente, en cuestión de semanas. Por el contrario, la diabetes tipo 2 suele progresar a lo largo de varios años, y puede dar señales tan sutiles que pasan desapercibidas. Muchas personas con diabetes tipo 2 no manifiestan síntomas y algunas solo se enteran de que la padecen cuando surgen otros problemas de salud relacionados con esta -entre ellos mala visión o problemas cardiacos-.
Síntomas que anuncian un debut en diabetes tipo 2 y ¿qué hacer?:
Polidipsia
Cuando la diabetes no está bien controlada, la persona que la padece puede tener mucha sed y tomar una gran cantidad de líquido; “polidipsia” es el término médico que se usa para referir a dicha situación. En las personas diabéticas, la polidipsia ocurre debido a que el nivel de azúcar en sangre es elevado, lo cual implica que los riñones tienen que funcionar más de lo normal para eliminar el azúcar, produciendo más orina. Como el cuerpo elimina mucho líquido, la persona tendrá mucha sed y tratará de beber aún más para reponerlo.
Poliuria
Si bien uno de los rasgos distintivos de quien presenta diabetes es la abundante eliminación de orina (poliuria), cuando ésta se manifiesta en exceso existe el riesgo de deshidratación severa -que podría derivar en daño cerebral e, inclusive, en la muerte-. A dicha condición se le denomina "diabetes insípida" y se caracteriza por la eliminación de orina en grandes cantidades, debido a un mal funcionamiento del hipotálamo (estructura del cerebro) -el cual regula la secreción de la hormona antidiurética, misma que ordena a los riñones la concentración de orina-.
Polifagia
Una persona que sufre de polifagia come cantidades excesivas de alimento. Si la diabetes no se controla, parte del exceso de azúcar que se acumula en la sangre se expulsa del cuerpo con la orina. Cuando esto sucede, también se pierden las calorías (energía) que contiene el azúcar. Por este motivo, la persona siente mucha hambre y come grandes cantidades de alimento para compensar la pérdida de calorías.
Fatiga
Es posible que alguien que padece diabetes se sienta cansado. Un nivel alto de glucosa en la sangre deteriora la capacidad del cuerpo de utilizar la glucosa para cubrir las necesidades energéticas. La deshidratación por el aumento de la micción también puede provocar la sensación de fatiga.
Pérdida de peso
Al perder glucosa a través de la micción frecuente, también se pierden calorías. Al mismo tiempo, la diabetes puede impedir que la glucosa de los alimentos llegue a las células, lo que provoca un hambre constante. El efecto combinado puede causar pérdida de peso rápida, en especial, en caso de padecer diabetes tipo 1.
Otras señales
Visión borrosa, llagas que tardan en sanar, infecciones frecuentes, entumecimiento u hormigueo en las manos o los pies y zonas de piel oscurecida (por lo general en axilas y cuello) son condiciones relacionadas a la deficiencia de glucosa, ya que afecta el flujo sanguíneo, el funcionamiento de los nervios y la capacidad para combatir los gérmenes, principalmente.
En caso de percibir cualquier signo o síntoma de posible diabetes, consulte con su médico.
Referencias
https://www.fundaciondiabetes.org/infantil/228/debut-y-fases-de-adaptacion
https://medlineplus.gov/spanish/diabetestype2.html
https://kidshealth.org/es/kids/word-polydipsia.html
https://fmdiabetes.org/la-poliuria-en-la-diabetes